volador, octubre 2008

reseña, los inrockuptibles, abril 2008

Decir "las cosas" en medio de cualquier frase puede ser sinónimo de caer en una de las expresiones mas genericas e inespecíficas del idioma castellano. Pero si nos remitimos a la música, a partir de la edición de este EP, la situación puede cambiar. El debut de este cuarteto porteño se caracteriza por ser una sorpresa, una de esas que llaman la atención.
El comienzo puede sugerir que estamos en presencia de otra banda stoner, pero con el correr de los minutos Las Cosas demuestra que, más allá de su capacidad para construir atmósferas brumosas, su música es mucho más ágil y tiene más groove. Las canciones, todas instrumentales, se pasean por distintos climas a través de las texturas construidas por el diálogo de guitarras y las estructuras circulares de una base ajustada. Promtedor comienzo. Son cosas positivas. // Leonardo Aguirre

W.S

Un aire mas allá de lo que somos,

mas no cambiado en la guitarra;

Que sea nosotros mismos, como en el espacio,

pero no cambiado, excepto el lugar de las cosas como son, sólo el lugar

de las cosas como tu las tocas

Lugar, así, tras el compás de cambio, percibido en una atmósfera final.

Reseña en "El retorno del gigante", 2008


Afortunadamente hay un movimiento de nuevas y jóvenes bandas que retoman la psicodelia de fines de los sesentas, mezcladas con un rock elaborado, que llevan la cosa a un sonido actual con un concepto progresivo.

Un muy buen ejemplo de lo que describimos es la banda “Las Cosas” y su trabajo homónimo, con siete inspirados temas, desde un sonido rockero en “El Sonido” con toques modernos cercanos al brit pop, pasando por los sonidos urbanos de “Barracas Autopista”, el toque rockero potente en “Piloto”, los climas con toques “soundscapes” del hipnótico “Pasando”, el bellísimo y melódico “Finale”, el experimental “Manual S.50ms”, finalizando con “Beleu Silé” un especie de King Crimson psicodélico de gran nivel.

La banda está conformada por Pablo Acosta y Pablo Gallardo en guitarras, Pablo Yedro en bajo y Blas Finger en batería.

Una interesante propuesta de la cual esperamos un disco completo pronto para disfrutar de mas música.

Gustavo Bolasini

auto de fe

Entrevista en GlobalArt - Septiembre 2008


Lo primero que uno piensa cuando escucha hablar de Las Cosas es: ¿puede haber un nombre más genial para una banda? "Estaba en frente de la nariz de cualquiera. ¿Cómo puede ser que nadie lo haya visto? No sé", dice Blas, baterista de este combo instrumental heredero tanto de CAN como de Fugazi, capaz de hacer un dignísimo cover de Kraftwerk y de pasearse entre las subidas y las bajadas con fluidez. Acá se presentan, revelan influencias y haban sobre Prius Discos, su propio sello.


- Integrantes
Pablo Yedro: Bajo. Blas Finger: Batería. Pablo Gallardo: Guitarra. Ariel Issaharoff: Guitarra. Nacidos algunos más lejos, otros más cerca, todos residimos en la Ciudad de BsAs. Nuestra ocupación que importa aquí y ahora es tocar en Las Cosas.

- ¿Cómo y cuándo empezaron a tocar juntos?
Los primeros encuentros musicales se remontan al 2001. Hasta fines de 2005 es todo muy difuso e introspectivo. A principios de 2006 surge un equipo estable, equilibrado, y el nombre de la banda. Armamos canciones, tocamos en vivo, poco, y en el ápice musical del año entramos a grabar en CasaFrida Estudio. Durante 2007 nos abocamos a la producción y trabajo de mezcla, redescubriendo en parte el sentido de lo que habíamos ejecutado, y a encontrar una propuesta gráfica adecuada.

- ¿Cómo componen?
Componemos, en general, grupalmente a partir de ideas individuales o improvisaciones, ensamblando, desarrollando y armonizando algún motivo rítmico-percusivo o de cuerdas. Cada pieza que uno propone es sometida a una instancia maquinal-sonora-colectiva que arrasa y refunda dándole así la impronta grupal a los temas. Cacho Castaña habla de “algo medio mágico”, frase que, creemos, contempla muy bien este proceso.

- Influencias:
Wallace Stevens, Eno, Fugazi, Televisión, Thomas Farkas, CAN, Talking Heads, Invisible, Kraftwerk, Cluster, King Crimson, Peter Hammill, Dylan. Y sigue…

- Definen su música cómo…
Por exceso y por defecto lo que más se acerca a lo que nuestro cuerpo y nuestro animo necesitan. Como simple mención de referencia: Rock instrumental. ¿Se puede decir que la identidad de lo que hacemos finalmente no nos pertenece?

- Discos editados:
Las Cosas (Prius discos, 2008)

- Bandas afines con las que suelen tocar:
¿Bandas afines? Por ahora quizá las desconocemos. Tocamos con: Gordoloco trio, Deformica y Poseidótica.

- ¿Qué están escuchando en estos días?

En estos días escuchamos: Fela Kuti, Tussle, Giorgio Moroder, Deluxe de Harmonía, No pussyfooting (Fripp-Eno), Talking Heads, Modern Lovers, siempre Dylan…

- ¿Cómo funciona Prius Discos?
Prius Discos es el único modo en que creímos que podías existir un disco. Un “espacio vital” y punto de proyección de algunas ideas que estamos craneando. Es una tímida y despreocupada inversión. ¿Cómo funciona? Puro motor amoroso.

- ¿Qué planes tienen para lo que queda del año?
Registrar 4 o 5 canciones nuevas que ya nos queman las manos, exprimir el vivo (tocar y tocar), experimentar un poco con nuevos timbres y ritmos.

volador primer show del 2008

Reseña en Proyectounder


20.Ago.08 | (Por Ramiro Baca Paunero) “Soy un ser muy sensible a la conducta de los objetos. Puedo sentir la molestia de un cenicero sobrecargado, o la vibración de terror que produce una tijera apoyada sobre un papel. Conozco el lenguaje de las puertas, y en ocasiones, cuando alguien golpea, la puerta me trasmite el estado de ánimo o las intenciones más evidentes del visitante…” Así se iniciaba El Complot, un relato paranoico que Enrique Symns publicó en la revista Cerdos & Peces en 1989. Esa misma sensación de acoso por parte de los objetos es la que produce el álbum homónimo de Las Cosas

El concepto “menos es más” es tomado por este cuarteto que “coloca” el sonido de sus guitarras, bajo y batería dentro de cada pieza instrumental, como quien coloca determinado objeto en una instalación, o un color dentro de una pintura. Los integrantes de Las Cosas vendrían a ser algo así como artistas plásticos del sonido. Y si bien hay rock psicodélico, jazz, o tango, este disco misterioso destaca por adentrarse en lo desconocido.

Austeridad y sugerencia son de las principales armas de un grupo que, al igual que el miedo a la oscuridad, amenaza sin motivo aparente. Por eso cada silencio te deja sordo, y cada distorsión de guitarra, como ruido conocido, te tranquiliza; La repetición, en vez de estacionar, te lleva de viaje; y la melodía, encantadora, te perturba. Y ya que estamos paradójicos, podemos decir que se trata de una banda instrumental, cuyos sonidos no suenan a instrumento, y de una música sin palabras, pero con una imagen tremenda: un cuarto oscuro, una casa silenciosa, una cortina misteriosa y un juego de sombras provocadoras. Pocas veces el arte gráfico de un disco estuvo tan a la altura de su música, y viceversa. Como nunca, la imagen vale más que mil palabras.

Este elepé de poco más de 23 minutos es una muestra de lo excitante que puede ser un disco instrumental, ya que no cae en el onanismo autoreferencial de los experimentos de conservatorio, ni en el cliché psicodélico de las bandas de stoner rock. Todo está tocado en función de un fin expresivo. Un estado de alerta ante el acoso de los objetos quietos, de la soledad, del silencio y de las figuras que forman las sombras. Por eso la violencia de Las Cosas -el grupo, pero también los objetos- se muestra como distorsión intensa en Beleu Silé, como ruidos desconocidos en Manual S.50 ms, como estado de transe en el cover orgánico de Krafterk Autopista: Piloto - Pasando - Finale, o como el estado más encantador de locura en Barracas, el tema más logrado del disco, y que podría sonar en la cabeza del citado Symns, en su peor momento de abstinencia

LAS COSAS (Priusdiscos, 2008)