despertó el titan. Melodioso en
la caraspera de la noche
despliega el conjuro con su frente de tormenta
su arma parlante.
El desello y el sentido de su camino
chocan
un hierro rústico calcareo
la materia que sostiene mi costumbre
uniforme como el río
deforme como el río mismo
la idea que aparata esa costumbre
viajero en rojo
navegante rojo
los islotes queriendo hundirnos
somos un blanco móvil
ellos siempre monstruosos
midiendo todo acotando todo
una tijera sobre el rostro de mi pie
No recuerdo ese ruido hundio
resultado del golpe la mano y la puerta

o cómo entraban las palabras de acá para mí